*Por Marta Gaitán, dirigente del Psol cordobés. Reflexiones sobre el 32º Encuentro Nacional de Mujeres que se realizó en Chaco.
Una vez más el Frente de mujeres del Partido Solidario viajó a encontrarse con miles de mujeres que encabezan y siguen las luchas, las que nos reconocemos herederas de las latinoamericanas que hicieron historia y estamos dispuestas a continuarla en tanto y en cuanto las desigualdades existan.
Los encuentros nos brindan la posibilidad de ejercer el derecho a organizarnos; a empatizar; a poner en común nuestras carencias y potencialidades; a alzar la voz para denunciar a un sistema cultural, político y económico que nos oprime y nos tiene como principal blanco: el patriarcado capitalista.
Compañeras de Córdoba, Provincia de Buenos Aires, CABA, Corrientes, Tucumán, Mendoza, San Juan, Mar del Plata y Santa Fe compartimos durante dos días talleres temáticos, la tradicional Marcha en el Frente de Mujeres Nacionales y Populares y un emotivo plenario de cierre.
Este encuentro se dio en el marco de la situación de encarcelamiento de Milagro Sala, una mujer que representa todo aquello que el sistema patriarcal desea oprimir, desde su rebeldía, su liderazgo y su condición de dirigente social. Por ello se llevaron adelante distintas manifestaciones con una conferencia y un acto.
Resistencia
Resistencia es algo más que el nombre de la ciudad sede del 32 Encuentro Nacional de Mujeres. La palabra parece resumir en todas las dimensiones el estado en el que nos encontramos como colectivo. El contexto de pobreza de la región del norte y de las economías regionales deterioradas tiene como principales afectadas a las mujeres originarias, las trabajadoras, las emprendedoras, niñas y adolescentes.
La feminización de la pobreza toma cuerpo en campesinas, agricultoras, amas de casas y villas. El cierre de pymes, las industrias y las condiciones de la cosecha más el deterioro de la educación y salud pública son el combo que generan doble opresión y discriminación.
Resistimos los atropellos de la justicia cuando no cuida a las víctimas de violencia, de trata y feminicidio; resistimos la falta de presupuesto y la no declaración de emergencia de parte del Estado, la falta de implementación de las leyes que protegen nuestros derechos. Resistimos la prisión de Milagro Sala, por cooperativista, india y mujer. Resistimos que desaparezcan mujeres diariamente y la desaparición forzada de Santiago Maldonado.
Las conclusiones fueron que nuestra identidad psolera como fuerza joven tiene acción colectiva, esfuerzo, dedicación, horizontalidad, aceptación de las diversidades, escucha, emociones, compromiso y sensibilidad social, cooperación y ayuda mutua. Esto último haciendo honor a los principios fundantes de un movimiento Social y Solidario.
Seguiremos en las calles, en las plazas organizadas en las luchas feministas. Empoderarnos con la sororidad como base y el actuar es nuestra contribución al sueño de un proyecto de país y de otro mundo, que como decimos siempre no sólo es posible sino que además es necesario.
Por último repudiamos el accionar de algunos habitantes que de la manera más violenta y abusiva atacaron a encuentreras que esperaban transportes para emprender el regreso a sus lugares, y que empañó una verdadera fiesta que hasta el momento se había desarrollado de manera pacífica.