Ahora que terminó el Festival de Cosquín

*Por Lisandro Licari, concejal PSOL Cosquín.

Ahora que ya pasó el Festival creo que es tiempo de decir algunas cosas que deben cambiar. Normalmente siento que enero es el mes que nos reúne a todos, donde las diferencias pasan a un segundo plano y nos fundimos en una canción. Pero este año -quizás por primera vez- me costó percibirlo así. Me da la impresión de que el gobierno municipal se cree dueño del festival, de las calles, de las palabras, de los patios.

El derrotero comenzó cuando se le negó a Radio Inédita transmitir (perteneciente a la Cooperativa de Trabajo Nodos). Ni credenciales ni cabina. Una verdadera situación inédita en los siete años de existencia de la emisora.

Luego me tocó ver como en el desfile inaugural le retiraban a un grupo de vecinos un cartel en defensa del monte. ¿Qué nos pasa que no podemos aceptar que dos personas se expresen en defensa de nuestras sierras?

También por primera vez en 7 años no se pudo realizar el “Festival por el Agua, la Tierra y la Vida” porque le impidieron a los organizadores utilizar el predio conocido como “El Tanque”.

Y finalmente el último domingo recibimos la noticia de que la policía allanó el Patio de la Pirincha. Se trató del último embate después de una cataratas de multas y de la negativa del gobierno a declararlo de interés cultural.

La verdad es que no quiero naturalizar que los que gobiernan se crean dueños de todo. Vivimos en una sociedad cada vez más compleja, donde necesitamos caminos que nos unan pero también bosque que nos de agua y aire; donde hay opiniones variadas que tienen que ser igualmente respetadas; donde la diversidad cultural tiene que ser vista como un valor y no como una amenaza.

Cuando un gobierno tiene que recurrir a la censura para eliminar aquello que le molesta es porque se siente incapaz de lograr un gran consenso que nos permita crecer a todos como comunidad. Por eso repudio todos los actos de autoritarismo de este enero y deseo que nunca más vuelvan a pasar. El Festival tiene que seguir siendo ese lugar donde todos nos sentimos parte y no el botín de unos pocos.